Se ha descubierto que el audio 8D tiene un efecto calmante en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). La experiencia de audio inmersiva puede aliviar el estrés y la ansiedad, y la panorámica del sonido de izquierda a derecha puede ayudar a reducir la distracción y mejorar la concentración. Además, los estudios han demostrado que el audio 8D puede ayudar a las personas con TDAH a concentrarse mejor en las tareas, lo que mejora su rendimiento.
Aun así, es importante actuar con cautela y reconocer que esta experiencia sonora puede tener un impacto diferente en distintos individuos. Algunas personas afirman que la experiencia provoca mareos, mientras que para otras personas neurodivergentes, como las que padecen autismo o Asperger, el efecto 8D puede causar una sobrecarga sensorial.